Las recogidas de máquinas son un hecho cotidiano en Addfield, pero ésta en concreto fue algo especial. Aunque pueda parecerse a un incinerador de residuos médicos MP400, se cargó para comenzar su viaje a un nuevo país en enero de 2020. Fue la primera de nuestras máquinas para Tayikistán y, como tal, representó el país número 101 en el que hemos instalado una máquina y un momento histórico.
Este proyecto se llevó a cabo para transformar el modo en que se eliminaban los residuos médicos peligrosos, como jeringuillas usadas, agujas, lana de vidrio y otros residuos potencialmente peligrosos. Forma parte de un proyecto más amplio que establece una zona segura de eliminación para los residuos peligrosos del hospital local, así como para sustituir una incineradora anticuada e insegura.
El lugar elegido para esta instalación fue el pueblo de Machiton, cerca de la ciudad de Vahdat. Principalmente para dar servicio al hospital local de tuberculosos, ya que la tuberculosis sigue considerándose una amenaza en la región.
Sólo seis meses antes de la entrega, el antiguo vertedero era poco más que un terreno baldío con una vieja incineradora oxidada y llena de humo junto a bolsas de residuos médicos de clase «B» procedentes de hospitales de tuberculosis y laboratorios epidemiológicos y microbiológicos, así como residuos de clase «G» que incluían citostáticos, desinfectantes, objetos que contenían mercurio y diversas materias primas y productos farmacéuticos. Todo el lugar constituía una verdadera amenaza para el medio ambiente y la salud de la comunidad local.
Trabajar más allá de las fronteras
Este proyecto fue puesto en marcha por la agencia de ayuda internacional Medicine Sans Frontieres (Médicos sin fronteras) y fue gestionado con el apoyo de Tajik Energo Story (TADES), especializada en la gestión de proyectos de ingeniería y construcción para los servicios energéticos de Tayikistán. En Tayikistán, la eliminación de los residuos médicos no está fijada a nivel nacional, y al carecer de un marco legislativo oficial, el país ha optado por operar basándose en las normas internacionales, reconocidas por su rigurosa protección del medio ambiente. Se puso el debido cuidado en garantizar que la nueva «Zona» cumpliera todas las normas internacionales vigentes.
El sitio ha sido diseñado para contener múltiples zonas, incluyendo varios sistemas de reciclaje que funcionarán junto con el nuevo incinerador MP400 de Addfield. Se ha seleccionado para manejar de forma consistente los residuos que se han clasificado como ‘B’, ‘C’ y ‘G’ y que incluyen jeringuillas, agujas, gasas y vidrio.
Este nuevo incinerador supone una mejora espectacular con respecto a la vieja y oxidada máquina que arroja humo a la que ha sustituido. Este nuevo sistema incinera por completo los residuos peligrosos a temperaturas superiores a 850°C, reduciendo su volumen en más de un 95% y esterilizando de forma segura los componentes que no pueden quemarse, como las agujas. Todo el humo y los gases generados en este proceso pasan a la cámara secundaria, que aumenta la temperatura hasta los 1100°C, lo que garantiza que ahora sólo los gases limpios regresan al medio ambiente sin ningún tipo de humo ni olor. Una mejora drástica para el emplazamiento y una mayor protección del medio ambiente, los operarios y la comunidad.
Para más información sobre este proyecto, visite Tades.com. Este estudio de caso contiene imágenes tomadas del artículo original.