Instalación de un C200 en Ecuador
La eliminación de residuos médicos se ha convertido en una industria mundial multimillonaria. Trabajando en conjunto con organismos gubernamentales y agencias humanitarias, el sector privado se ha establecido para colmar las lagunas allí donde aparezcan.
Un ejemplo claro es Aquakleaner S.A, con sede en el Ecuador. Aquakleaner es una empresa exitosa que ha incursionado ya en este campo de la eliminación de residuos sin embargo su enfoque y especialización ese en el área principalmente de aguas residuales, alcantarillado, fosas sépticas y trampas de grasa. Después de trabajar con varios municipios, inicialmente planearon construir su propia planta de tratamiento de aguas domésticas e industriales. Este plan acabó evolucionando cuando descubrieron la necesidad que hay actualmente en el país para el tratamiento y gestión final d ellos residuos médicos.
Reconociendo la oportunidad de establecer y operar un centro privado para la gestión y eliminación de los residuos clínicos, así como los beneficios financieros y medioambientales que esto conllevaría. Aquakleaner seleccionó uno de sus centros existentes en la región costera de Manta para convertirlo en su primer centro de eliminación de residuos médicos.
Después de elegir y definir la ubicación y de haber comenzado los trabajos de remodelación del terreno para adecuarlo y transformarlo en un sitio para la disposición de residuos, se dieron a la tarea de encontrar un fabricante de confianza que pudieran suplir una máquina que cumpliera con todos los requisitos para esta función y lo que es más importante, en quién pudieran confiar para suministrarla. Después de una intensa búsqueda, su dueño se puso en contacto con nosotros para iniciar negociaciones para si adquirir el equipos ideal para su proyecto.
Aunque estamos a casi 10.000 kilómetros de distancia, pudieron recibir un servicio como si estuviéramos a una cuadra de ellos. Una de las razones del porque tenemos éxito suministrando equipos a nivel internacional se debe al compromiso que tenemos con nuestros clientes y muy importante la comunicación entre nuestros cliente y nosotros . Este proyecto fue gestionado por nuestro principal representante de ventas internacionales, Eduardo Sierra Torres, originario de Colombia. Un experto multilingüe capaz de comunicarse de forma nativa en español, así como de comprender las diferencias geográficas y económicas de Sudamérica, permitió que la experiencia de venta para el cliente se desarrollara prácticamente sin esfuerzo.
Durante el proceso de toma de decisiones, realizó varias visitas virtuales por la fábrica y pudo ver máquinas similares en producción, incluidos varios modelos MP500, C100 y C200 en producción, todos ellos con sistemas Venturi. Confiado con lo que le habíamos mostrado de que Addfield era la elección correcta, hizo su pedido de uno de nuestros incineradores clínicos más solicitados, el C200.
Debido al contenido mixto en los residuos médicos que se espera procesar en la C200, fue necesario incluir un sistema de depuración húmedo tipo Venturi. Esto garantiza que los gases producto de la incineración sean tratados y neutralizados antes de ser liberados al medio ambiente. Los residuos médicos se presentan en muchas formas y, una vez clasificados, se espera que haya una serie de materiales de desecho, incluyendo plásticos. Debido al impacto que puede tener la quema de plásticos, el Venturi es un sistema de depuración muy eficaz. Al hacer pasar los gases por una serie de cámaras e integrar chorros de agua de alta velocidad y productos químicos neutralizadores, se eliminan todas las toxinas, ácidos y furanos de los gases, lo que garantiza un resultado final que protege a la comunidad al cumplir todas las normas y reglamentos medioambientales dondequiera que se ubique.
Además del aire limpio, la facilidad de manejo también era un factor importante. Con una capacidad de hasta 200 kilogramos por hora, y carga automatizada era una opción esencial. En este caso, un cargador de pistón de accionamiento neumático y un sistema de volquete para contenedores permiten la carga continua durante todo el ciclo de incineración. El sistema de volquete eleva de forma segura los contenedores de hasta 200 kg de capacidad, evitando los riesgos de contaminación por manipulación en sitio a través de los operarios reforzando la bioseguridad en sitio.
Lo último que se añadido a esta máquina fue la opción de operar con dos combustibles, además de diésel tradicional; esta instalación se completa con un quemador de aceite usado, que puede absorber los aceites y combustibles usados de los hospitales, centros de salud y otras instalaciones. Esto contribuye aún más a proteger el medio ambiente, ya que elimina los aceites usados tóxicos y reduce drásticamente la cantidad de combustible necesario para el funcionamiento, con lo que se compensa la huella de carbono de la planta.
Esta es la primera de estas instalaciones en Ecuador, pero no se espera que sea la última. Aquakleaner tiene planes apasionantes para el futuro y está trabajando para instalar más de estas plantas en otros puntos estratégicos en Ecuador. Con una población en aumento y un mayor compromiso con la seguridad medioambiental y la sostenibilidad económica, la demanda de este tipo de sistemas de eliminación no hará sino crecer tras el éxito de esta instalación in situ.