05/04/19

El G20 ha sido diseñado para tratar de forma segura los residuos petroquímicos.

Un subproducto en la producción de petróleo crudo y su extracción son los riesgos de contaminación para el medio ambiente. Casi siempre dejando la tierra infértil, inutilizables y tóxicas debido a las altas cantidades de petróleo que se han filtrado en el suelo.

En toda la industria del petróleo, la seguridad ambiental es de suma importancia, ya que protege las regiones en las que operan de la contaminación indebida. Existe legislación para garantizar que las compañías sigan las pautas ecológicas apropiadas en la protección del medio ambiente en sus sitios. Debido a nuestra experiencia en la industria, una de las compañías petroleras más grandes del mundo se nos acercó para proporcionar soluciones móviles totalmente compatibles.

Uno de los métodos más seguros para eliminar los hidrocarburos de desecho del suelo y la arena es a través del tratamiento térmico, en lugar de depender de productos químicos, que pueden eliminar el aceite de manera ineficaz y potencialmente crear un peligro propio.

Mediante incineración el aceite se oxida de la arena y el suelo. El material esterilizado puede ser devuelto al medio ambiente sin ningún riesgo.

Debido a la naturaleza altamente inflamable y volátil de estos residuos, los incineradores deben adaptarse específicamente para gestionar la alta volatilidad de los residuos que se procesan, optimizando el procesamiento y el uso de combustible en todo momento.

El G20 es un incinerador de residuos generales especialmente adaptado que ha sido optimizado para residuos a base de aceite. Beneficiándose de dos sistemas de carga, principalmente un alimentador de tierra y arena en la parte trasera de la máquina que carga automáticamente material contaminado a una velocidad controlada. El alimentador deposita los desechos en un hogar giratorio, diseñado para controlar la velocidad de combustión manteniendo un procesamiento óptimo.

Se proporciona un cargador neumático configurado para permitir que los desechos generales se carguen para su destrucción. Esto es altamente beneficioso debido a la naturaleza a menudo remota de las instalaciones, estas máquinas funcionarán, reduciendo aún más el impacto ambiental, reduciendo los costos de transporte y la política de cero residuos en vertederos, mejorando aún más los beneficios ambientales.

Todas las máquinas Addfield están diseñadas para funcionar con una variedad de combustibles, generalmente diésel o gas, sin embargo, podemos adaptarlos, como es el caso del G20 para funcionar con aceite residual, un recurso muy común en dichos sitios.