2 x Incineradores de residuos de narcóticos C300
Addfield desempeñó un papel crucial en la lucha de Panamá contra el narcotráfico, personalizando incineradores de alta capacidad para el Ministerio de Seguridad Pública, encargado de eliminar las drogas confiscadas. El reto surgió en las diversas composiciones de marihuana y cocaína densamente empaquetada. La solución que Addfield aportó, fueron variantes específicas del C300, incorporando sistemas de carga exclusivos para la manipulación de ambas sustancias. Con una cámara primaria sobredimensionada, cortinas de aire y filtración avanzada, estos incineradores garantizan una destrucción segura y respetuosa con el medio ambiente de los narcóticos confiscados, en línea con el compromiso de Panamá de combatir el narcotráfico de forma integral.
En un lugar secreto, en lo más profundo del corazón de Panamá, se encuentran dos incineradoras de gran capacidad, que desempeñan una función muy importante. Instalados para el Ministerio de Seguridad, prestan un servicio esencial a Panamá y por la naturaleza de los residuos destruidos, a muchos más países de todo el mundo.
Las fuerzas de seguridad de Panamá son unas de las mejores del mundo en interceptar contrabando, incluida cocaína y marihuana. Acumulan una inmensa cantidad arrebatada a los contrabandistas, que intentan exportar ilícitamente cada semana, cargamentos ilegales por valor de millones de libras, que necesitan una pronta eliminación.
El narcotráfico y la presencia de cárteles en Panamá, han planteado importantes retos para el país y la región en general. A pesar de ser un país de tránsito para la droga, debido a su estratégica situación geográfica entre América del Sur y del Norte, Panamá ha luchado contra el tráfico ilegal de drogas y los cárteles. Utilizan la red de transporte marítimo y terrestre del país para el contrabando de estupefacientes, aprovechando su compleja geografía y sus rutas comerciales.
A pesar de los esfuerzos del gobierno panameño en cooperación con organismos internacionales para combatir estas actividades ilícitas, el narcotráfico ha persistido.
El Ministerio de Seguridad Pública ha puesto en marcha estrategias para reforzar la seguridad fronteriza, aumentar la vigilancia en puertos y aeropuertos y llevar a cabo operaciones para desmantelar las redes de narcotráfico. También se ha esforzado por mejorar la forma de destruir tales cantidades de decomisos. Un valor tan alto de drogas puras sin adulterar crea una pregunta inesperada: «¿Cómo deshacerse de todo ello de forma segura?».
Por este motivo, se recurrió a Addfield para que ofreciera una solución que permitiera eliminar de forma segura cantidades mezcladas de drogas que no podían enviarse a un vertedero, ni eliminarse de ninguna forma que pudiera suponer el riesgo de que volvieran al mercado negro.
La solución no fue tan sencilla como se pensó en un principio. Debido a la composición opuesta de los residuos vegetales derivados de la marihuana y a la composición química más inflamable y variable de la cocaína densamente envasada, no es posible incinerarlos en una incineradora agrícola o médica estándar. Se requiere una solución capaz de destruir cannabis de baja densidad calórica junto con un producto altamente inflamable ,(la gasolina es un ingrediente común en la creación de cocaína), bloques de 1 kilo de cocaína densamente empaquetados, durante el mismo proceso.
Incorporando una cámara primaria sobredimensionada para aumentar el volumen de incineración adecuado. Además, se incluyeron cortinas de aire oxigenado en la cámara principal, seguidas de una cámara secundaria más grande que garantizaba mantener, el tiempo de retención de dos segundos.
Por último, debido a la toxicidad de los residuos, se han instalado sistemas de filtración adicionales y cada máquina dispone de un sistema de depuración húmeda,Venturi, de mayor tamaño. Éstos toman los gases directamente de la cámara secundaria a temperaturas superiores a 1100°C y los dirigen a través de una serie de embudos que introducen partículas finas de agua, mezcladas con productos químicos absorbentes, a altas velocidades para eliminar las partículas nocivas y las toxinas de los gases, antes de devolverlos a la naturaleza panameña.
Una vez en funcionamiento, fue necesario diseñar y desarrollar sistemas de carga especiales para garantizar una incineración óptima. Hemos podido seguir optimizando la instalación a distancia para obtener mejores resultados y garantizar al cliente unos resultados de primera calidad.
El gobierno panameño ha mostrado un compromiso continuo, en la lucha contra el narcotráfico, reconociendo la importancia de abordar no sólo la incautación, sino también el proceso de destrucción de estos alcaloides de una manera segura y respetuosa con el medio ambiente.
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